Imagínense una calzada empedrada de 20 metros de ancho, gradas que
suben a más de 4500 metros de altura sobre el nivel del mar, caminos
sobre agua y puentes colgantes que cruzan ríos caudalosos; el Qhapaq Ñan o Camino Real es una extensa red de caminos perfeccionada por los
incas, cuyo objetivo fue unir los diversos pueblos del Tahuantinsuyo
para una eficiente administración de los recursos existentes a lo
largo del territorio andino. El patrimonio en
referencia es compartido por Argentina, Chile, Colombia,
Ecuador y Perú, y Bolivia. Dicho camino es una fuente para el
incremento del flujo cultural y turístico.